miércoles, 28 de agosto de 2013

De sueños y realidades

A través de Twitter, me he enterado que justo hoy hace 50 años del famoso discurso de Martin Luther King en Washington, donde hablaba de un sueño que confiaba que se haría realidad. Sin conocer demasiado este personaje histórico, me merece todo mi respeto y admiración, uno de esos líderes positivos que han hecho avanzar a la sociedad hacia lo que definimos como civilización, luchando pacíficamente (aunque suene contradictorio) para conseguir que los derechos humanos llegaran a todas las personas.

Estamos llenos de incongruencias que escapan del sentido común. ¿Qué pasa con los derechos humanos? ¿Son para todos? ¿La sociedad es capaz de hacer llegar a todo el mundo estos derechos? ¿De quién es la responsabilidad?

A través de Twitter me he enterado también de que hay un conflicto en Siria y el uso indiscriminado, cruel y gratuito de armas contra civiles. Tampoco he profundizado demasiado en este tema porque me pongo triste y de mal humor. Ya se ven por las redes sociales las protestas ciudadanas sobre lo que parece la intención de atacar a Siria por parte de EUA, haciendo oídos sordos a la ONU. De nuevo se entona el "No a la guerra", mientras un Nobel de la Paz y negro, como Martin Luther King, tiene la "capacidad" de decidir si tirar bombas desde un avión y destruir, mandar tanques y personas armadas como auxilio y ayuda humanitaria.

Vuelvo a repetir que estamos llenos de incongruencias. 50 años después, podemos recuperar el discurso de Luther King y siguen siendo necesarias palabras como éstas que hagan al mundo tambalear sus conciencias. Sí, yo también sigo soñando.

Os dejo el link del discurso y un fragmento que me ha parecido muy muy grande!

"Debemos evitar cometes actos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nuestra lucha por el camino elevado de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez, debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma"





domingo, 18 de agosto de 2013

Lo que cuesta desmontar un rol


Año 2013, en una sociedad supuestamente avanzada, después de muchas luchas, discusiones e intentos de cambio de mentalidad... todavía, todavía me entristece ver como aún hay roles femeninos que se intentan mantener a toda costa y roles masculinos nuevos que se han hecho para compensar esta discriminación histórica a la mujer. El sexismo existió, existe y existirá si no cambiamos la mirada.

Cuando anunciaba el contenido de esta entrada, un amigo me advirtió que tuviera en cuenta la imagen del hombre que se estaba transmitiendo. He de confesar que este comentario me ofendió en cierto modo, ya que yo compartía en las redes sociales que iba a hablar sobre el sexismo. Y el sexismo incluye, a mi modo de ver, el machismo y el "hembrismo" (para mí el concepto "feminismo" tiene el significado de un movimiento histórico en defensa de los derechos de la mujer). Así que a pesar de la simpatía de género que profeso, intento ser justa con la figura masculina y ya tenía previsto hablar de ese "hombre nuevo".

Muchos compartirán conmigo que la publicidad es un campo bien abonado de ejemplos de este reto social que todavía está por abordar. Pondré dos ejemplos que me sugirieron la entrada de este blog:

1. Anuncio radiofónico de una empresa de carsharing. Conversación de una madre y una hija. La hija explica excitada que ha conocido a un hombre inteligente porque, ¡ojo!, ha contratado esta empresa, puede disponer de coche siempre sin preocuparse de las facturas. A la que se oye de fondo la voz del padre despotricando por las facturas que llegan al buzón. Entonces la madre dice: "Hija, tú si que sabes escoger a un hombre..."
¿Cómo? ¡Atónita me quedé! Por varios motivos. Esa hija que "vende" a su novio, como si fuera un buen partido, que ha hecho una buena selección porque ha escogido a un hombre inteligente que sabe estar, que sabe organizar su economía, etc. ¿Y qué hay del amor? ¿Y qué tal un me hace reír, estamos a gusto, nos lo pasamos bien, me quiere, le quiero? El otro motivo es el desafortunado comentario de la madre, haciendo presuponer que el pobre padre es un cabestro, que se ha equivocado en la elección de pareja porque tiene que pagar facturas. ¡Pobre mujer! ¡qué desgracia! Sólo faltaba la pedida de mano y la entrega de la dote, costumbres que en nuestra cultura ya no tienen cabida...

2. Ya lo vi en Internet, pero verlo en la televisión impacta. "Adoptauntio.es" Puf... ¿Hace falta que diga algo? Se muestra la variabilidad de hombres que una puede adquirir, según sus preferencias. Es como un mercado de hombres, los cuáles se rebajan a la figura de objeto. Al final del anuncio sale una abuela que rompe el hielo, que hace un chiste y que le da más sentido al nombre del producto: "Adopta un tío". Yo, en mi búsqueda de pareja, no pretendo adoptar a un hombre, se supone que no seré su madre... a no ser que sea un anciana con nostalgia de criar a un jovenzuelo.  

Así que por un lado, intentan mantener vigentes ciertos roles femeninos y por otro, compensan el machismo con un "hembrismo" apabullante... que al final me recuerda a aquellos anuncios de los años cincuenta en que la mujer le traía el periódico, el puro y el ponche a su marido porque era su obligación, ya que venía de trabajar para la familia. Poco hemos avanzado... Como mujer me entristece ver como se intenta dar la vuelta a la tortilla. Señoras y señores, si no nos gusta que se trate a las mujeres de una manera, no lo deseemos para los hombres. Porque si bien y afortunadamente somos diferentes, tenemos en común que somos personas, vivimos en el mismo mundo y compartimos la sociedad occidental (en otras sociedades tiene problemas más grandes que la imagen de un anuncio... pero eso ya es otro tema más serio).



miércoles, 7 de agosto de 2013

Comentarios sobre el artículo 25.2

Después de mi parón en las entradas del blog debido a falta de inspiración y otras faenas... he perdido el hilo de las psicoexperiencias y hoy me inspira algo más serio que me gustaría compartir.

Lo que escribiré a continuación es mi opinión. Mi opinión intento que sea algo vivo, reflexionado y flexible. A veces no lo consigo. Creo que otras veces intento compartir lo que me pasa por la mente y el corazón, sin demasiada forma... Os hago esta confesión porqué me gustaría explicaros lo que me ha sugerido una cita esta mañana y quizás no sea lo sintética o clara que me gustaría.

En uno de los muros de un centro penitenciario de la provincia de Barcelona he podido leer (y no es un grafitti!): "Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad restaran orientadas hacia la reeducación y la reinserción social"  Art. 25.2 de la Constitución española.

Es bonito, idealista y poco real, desgraciadamente, tanto por el panorama social actual como la realidad del entorno penitenciario.
Sin tener un amplio conocimiento de las instituciones penitenciarias y basándome en mi poca experiencia entrelazada con mis valores, oso opinar sobre este artículo tan "quedabien" de mi amiga la "Consti", que dicho sea de paso, somos de la misma quinta!

La población interna es espectacularmente heterogénea. La facilidad al acceso de la reinserción social es igual de heterogénea y algunas personas lo tendrán más fácil que otras. Pocos recursos, muchas personas, mal repartido.

El concepto reeducación me resulta curioso. Yo me pregunto ¿reeducar, el qué?. Me consta que algunas personas que trabajan allí hacen esfuerzos por "reeducar"... aunque no sé si sería esta la palabra. Aún así, el esfuerzo de algunos profesionales, no siempre es el mismo que el de la institución en general. ¿Reeducar para la no reincidencia? Sólo una parte de los que están cumpliendo condena no son consciente de que ha quebrantado la ley de algún modo y de que eso se considera que está mal. Y como se suele decir, una cosa es la ley y otra la justicia.

Si miro entre líneas el artículo, entiendo que la privación de libertad ha de servir para la reinserción social. Puf, que complicado, ¿no os parece? En la actualidad, son muchas personas de a pie que pretenden poder reinsertarse en (o sentirse parte de) la sociedad. La reinserción social es un camino que hemos de construir todos, ya que tal y como están las cosas hoy día, cualquier puede caer en la exclusión o vivirla muy de cerca. Así que no interesa no perder de vista este objetivo y tener en cuenta la realidad social. 

Como siempre, el contenido de la "Consti" está plagado de buenas intenciones aunque el resultado final no siempre sea el esperado.

PD: Soy consciente que el contenido de esta entrada está un tanto desordenado, pero mi sentir va en dirección de compartir esta inquietud que esta mañana me ha invadido.