sábado, 15 de noviembre de 2014

See you soon, flat mate

Cuando a una le llega el momento en el que siente la necesidad de salir de casa de sus padres, se plantea el cómo y otro montón de cuestiones que se mezclan con el miedo y la ilusión.

Una salida posible es la de compartir piso. Es una experiencia que recomiendo en muchos aspectos. Mi andadura como mujer emancipada se inció hace ya nueve años. Y desde entonces, pasé de vivir con mis padres, a vivir primero con amigas y después con compañeras de piso que acabaron siendo mis amigas. 

Ahora nos llega otro momento importante. Mi compañera de piso ha decidido dar un salto vital: vivir en pareja. Y su decisión trae consecuencias para mí. Eso significa que viviré sola por primera vez.

No me quiero detener tanto en lo que va a ser, sino que quiero escribir sobre lo que ha sido. 

Mi experiencia compartiendo piso, reconozco que ha sido excepcional, curiosa como pocas. Ha sido un aprendizaje muy positivo. Prueba de ello es que durante ocho años y medio nuestra convivencia no se ha roto, a pesar de ser personas muy diferentes en muchos aspectos.

En común tenemos, a parte de la experiencia compartida durante estos años, valores como el respeto, el diálogo y el compromiso. El "buenos días" por la mañana, el "buenas noches" antes de irse a dormir, las cuentas conjuntas, el prestarse cosas... son elementos que echaré de menos en breve.

Hemos aprendido a tolerar las diferencias que hay entre las dos. Y resulta interesante ver como todo aquello que nos diferencia ha hecho que estuviéramos unidas. Se ha creado un equilibrio en nuestra convivencia.

No negaré cierta ilusión en pasar de etapa, en dejar de ser una joven que comparte piso. Aún así, hay un sentimiento de pérdida. Y se aproxima el día en el que, poco a poco, me de cuenta que en el pote del baño sólo hay un cepillo de dientes o que en la nevera hay unos estantes vacíos. Y que mi "compi" cuando venga a casa, será de visita.

Creo que todavía no soy consciente de lo que la echaré a faltar porque no sólo hemos compartido piso, sino que hemos creado una convivencia juntas, casi como una familia.

Le deseo y me deseo suerte en esta nueva etapa.