sábado, 7 de junio de 2014

Abdicación, república y desencanto

A riesgo de parecer poco original en el tema, no me he podido reprimir crearme una opinión sobre el tema de moda en este nuestro país: la abdicación del Rey.

Confieso públicamente que pertenezco a ese grupo de ciudadanos que no entienden muy bien la figura del monarca pero que su talante "campechano" hace que se le acepte minimamente. Poco a poco, esta opinión se fue transformando en indiferencia hacia esa figura para pasar finalmente a opinar que es una figura, en la actualidad, carente de utilidad. No quiero desmerecer méritos anteriores del Rey, porque no dispongo ni de la información ni del criterio necesario para ello. 

Así que, quizás me definiría como republicana. Porque realmente, no sé que necesidad tenemos de tener una estirpe de Borbones que "representan" al país y que no han tenido ningún miramiento en pensar como van a criar a sus innumerables hijos y hijas no con qué dinero. Y más si tenemos en cuenta que la institución monárquica ha caído escrupulosamente debido a escándalos, corrupciones y elefantes.


Me reitero al comentar que desconozco la utilidad de la monarquía. Me entristece y me enfurece que no se nos de la posibilidad como ciudadanos de poder reflexionar y opinar de manera vinculante sobre esto. Pero parece que es un tema caudal en nuestra sociedad y que colapsa todos los medios. El nombramiento de Felipe VI como nuevo rey es el tema de moda. Pero, a mí, como persona, mujer, ciudadana, pagadora de impuestos, trabajadora y un largo etcétera, ¿cómo me afecta? ¿Qué cambiará con el nuevo rey? ¿Qué pasaría si no tuviéramos rey? 

Creo que no cambiará nada y de aquí viene lo de desencanto. Desencanto con el inmovilismo de algunas instituciones, a pesar que cada vez más la respuesta ciudadana es más visceral y más contundente. El miedo al cambio es algo casi casi universal, pero a la vez, algo con lo que hay que convivir y que a pesar del miedo, hay que poder cambiar algo.

Y no me gustaría acabar esta entrada sin publicar mi mayor respeto y admiración por esa troupe de dibujantes de El Jueves que han decidido dimitir tras haber sido censurados por su editorial. Quizás el Sr. del ¿por qué no te callas? tiene apalabrado algún libro de memorias con RBA. Es una hipótesis descabellada, lo sé, pero en este mundo ocurren cosas curiosas. ¡Je je! 

Seguimos con el desencanto cuando hay censura. Una censura absurda porque al final la corona llena de mierda no la sostiene Felipe VI sino todos los ciudadanos.

Firma una que está llena de orgullo y satisfacción.